Bienvenido/a

Esto es un blog con delirios de una soñadora chinchuda, antisocial y un poco loca. Estas invitado/a a leer y comentar a gusto y placer, espero que te guste

domingo, 28 de junio de 2009

Texto de H. Hensse


Contemplando desde afuera el transcurso de mi vida, me doy cuenta de que no tiene un aspecto feliz. Sin embargo, me asiste menos razón todavía para considerarla desdichada, a pesar de todos los errores cometidos. Pensándolo bien, es realmente cosa necia así de indagar la felicidad a la adversidad, pues me parece más difícil renunciar a los días más penosos de mi vida que a todos los alegres unidos. Si la vida humana estriba en aceptar concientemente lo ineludible, saborear a fondo lo bueno y lo malo, y conquistarse además de la suerte exterior un destino íntimo, más esencial y no del todo fortuito, se puede decir que mi vida no ha sido mezquina ni mala. Si el hado pasó por encima de mí como de todos, inevitable y decretado por los dioses, mi destino interior ha sido, sin embargo, obra mía, cuya dulzura o acritud me corresponde a mi mismo y cuya responsabilidad estoy asumida a asumir yo sola

Desde que me huí todo está peor
Porque es mas difícil olvidarte sin tenerte
Porque es imposible perder algo que nunca fue mio
Pero igual te supe perder
Y te extraño cuando no te tengo
Y no te quiero cuando estas acá

Esa sonrisa que tanto bien me supo hacer
Esos labios que tanto frío hicieron pasar
Y ahora, más sola que la noche anterior
Te busco, para volverte a perder

Y desde que no estas no consigo escribir,
Nada me gusta y nada me hace feliz
No tengo para saciar esta sed
No queda nada, nada que hacer

¿Cómo matar tu mirada?
¿Cómo olvidarme nuestras promesas?
Aunque eran vanas te gustaba mentir
Y vivíamos asi.

Te prometo que nunca mas
Y vos tampoco
Te prometo que me mato si vos
Y vos también

¿Y que paso?
Vos fallaste, y yo también
Porque una copa o un filo era fuertes
O porque nosotros fuimos débiles?

Y extraño esos inviernos
de cruel frío a los abrazos
O esos veranos
De crudo calor tirados en el pasto

Y si te perdes en el camino
Acá estoy yo
Y nos perdemos juntos de vuelta
El olvido es optativo…

Hoy


Hoy, voy a entender todo eso que no me supiste decir, aquellas palabras selladas de dolor, esas lagrimas secas, esos besos de primavera con sabor al mas crudo de los inviernos. Hoy, quiero entender aquellas cosas que me hicieron amarte, odiarte y cuidarte. Esas cosas que me hicieron pedirle al sol por tus heridas, ese dolor que provocan tus labios y tu cara de ángel con alas rotas. Sin embargo sigo pensando que a pesar de tanto dolor, fuiste vos quien me salvo, me salvo de mi misma, quien me enseño el verdadero arte del amar, y que contigo he conocido el amor (de esto no tengo dudas, has sido el primero que supero el enamoramiento, y cuando descubrí tu verdadero lado te seguí igual, y te ame con tus defectos, virtudes y problemas)
Y voy a aprender a verte partir, porque nuestro deber es dejarte ir. Si es que vas a andar vagando solo, que seas un santo sin cruz

domingo, 21 de junio de 2009

Me he perdido en la lluvia y me he sabido camuflar en el sol, para verte mas seguido. Te he visto reír y llorar porque no voy a volver, y te he visto enojado y queriendo matarme porque te mentí otra vez. Y si no me crees, vos sabes, es porque note quisiste enganchar.

Te has ocultado de mi llanto y te has reído de mi risa para que juntos con el viento salgamos a caminar

Y si te despeiné alguna vez es porque no soporto tu angelical cara dormida de madrugada (aunque tus ronquidos la opaquen), y porque me agobian esas alas emplumas que mi demencia mira de reojo sentada en el limbo. Y te abracé, es cierto, pero no digas que porque te deseo, sino porque vos y yo sabemos que me lo has pedido, ¿y que puedo hacer yo contra esa cara de poyo mojado que me pones?

Y perdóname si a veces soy cortante, o te pongo esas caras. Es bien sabido que es porque nunca me han gustado las fiestas, ni las despedidas, y porque no he sabido controlar esas ganas locas de romperte la cabeza contra los adoquines

Y si los dos para amargarle la noche al otro terminamos con alguien que mañana no nos acordamos el nombre, vos lo llamas “noche bien aprovechada”, y yo ya ni se.

Y las veces que ya ni se quien soy