Fragmento de "Abzurdah" que aún conservo y me gusta (quizá el unico)

Tengo la admirable (¿despreciable?) capacidad de borrar lo malo y recordar los
momentos gratos. Así, aún después de escribir atrocidades acerca de él, puedo llamarlo
por teléfono y hablar como si nada, con voz de enamorada y suspiros cariñosos. Sí, es
lamentable. Por eso me costó tanto despegarme de él, por eso escribo: no quiero olvidar.
Quizás hasta tenga memoria selectiva: archivo solamente los documentos,
pensamientos, fotografías, escritos y demás, que me hagan recordar los buenos tiempos.
En alguna de mis peores épocas llegué a inventar conversaciones para no sentirme sola.
Mi imaginación siempre fue más fuerte que mi racionalidad cuando se trata del “amor”
o lo que sea que esto es. Así, puedo pelearme con él sin que se entere, o
amarlo cuando en realidad tendría que repudiarlo. No sería raro tampoco pelear con él y
no recordar porqué. Ya dije: no puedo acordarme de las cosas malas, esas razones se
disuelven en mi cabeza, no las encuentro; se arrinconan empolvadas en algún lugar de
mi cerebro.

Jamás me podré olvidar de tí

Y te miro (a veces sin que estes o te enteres de ello), y recuerdo ese casi beso que te di. Aun no se se te habrás advertido de eso, te fuiste y antes de que camine 2 metros subiste a aquel autobús entonando un canto de moda, dejándome no solo con una confusión de magnitudes colosales en mi entrincada y enamoradiza cabeza, sino con aquella indescriptible sensación en lo labios, que sabían que habían besado tus dulces comisuras y la punta de esos labios con los que sueño cada noche. Recuerdo ese momento, aún me estremezco, me eriza la piel recordarlo, pensar que fuiste mio durante ese segundo, ese segundo que había robado la miel de un espasmo sin pertubar tu moral, en que hice realidad, con el máximo disimulo, mi innoble, ardiente y pecaminoso sueño manteniendote aun asi a salvo. Sin embargo, no era mi dulce niño a quien había poseído ese instante, sino a una creación de mis mejores sueños (los mas lindos), mezclados con tu persona, agregando un poco de calor a ese frío y poco demostrativo niño que conserva toda la dulzura muy, muy adentro y bien guardada consigo mismo.
¡Ay, mi dulce niño! Alma mía ¡pecado mio! Si supieras esas ganas que tengo de meter mis manos por sobre esas ropas que cubren tu cuerpo, de poseerte, de que seas mio por lo menos otro segundo mas, mi piel entibia con la simple idea de rozar la tuya, tenerte cerca hace un pecado esta soledad, hace que todo en si parezca nuevo y reluciente.
Pero aunque no sientas jamas estas cosas, ni pienses en leerlas, mientras yo las escriba y quien guste las lea, siempre (y lo escribo: SIEMPRE) existirá un NOSOTROS, y esta será la unica inmortalidad que tenemos.

Te lo dije una y mil veces,
te lo diria un millon más.
Te lo digo de corazon:
dulce niño, no te quiero ver mal

¿Qué tendrán esos ojos
que no te dejo de mirar?
¿Qué tendrán esos labios
que los deseo cada día más?

Si el tiempo cura al corazón
y sana todas las heridas de tu alma
yo solo pio ser el reloj que lleves contigo
y vivir atada a tu muñeca, a tu tiempo y a tus sueños

Verás que no es mucho lo que pido,
sólo que me lleves contigo.
Ser cómplice de tus sueños
y que me regales, algún día, un dulce beso

La pasión de pensar y decir (hacer y sentir)

Debimos de entender a Joaquin
Cuando nos conto con segurirdad
Que lo bueno de los años es que curan las heridas
Pero lo malo de los besos es que crean adiccion

¿y que soy? Una adicta a tus besos
Porque no aspiro a mas que eso:
Resacas mayores que beberte la boca
Sin muchas mucho mas que copas rotas

Quieo volar sobre tus alas
Quiero tu sangre ardiendo en llamas
Quiero verte reir, y sonreir
Quiero, sin mucho más, que estes aquí

¿Cuánto y como dura este pasion?
preguntas frente a un espejo
“te quiero mejor los fines de semana
Porque tengo mas tempo para descubrir
Lo feliz que me hacer tenerte cerca”
Contesto, sin ningun progreso.

Déjame pensar que no soy yo, que no son sólo mis sueños, que tu también sueñas conmigo, que en algun mundo (siquiera onírico) me querés, me amás, estamos juntos y nada ni nadie puede impedirlo.
Imagino, como siempre, he imagino mal. ¿Qué puedo hacer entonces? Contigo, contigo no puedo enojarme, no sos el culpable de no quererme así ni de que yo te amé asó, no, la culpa no la tenés, pero siempre ligas el hecho de mis broncas conmigo, y te trato mal. Soy tonta, digo, y creeme no quiero ser dura. Sabes las veces que necesito imaginar, en la soledad de mi mente, que te miro bien fijo y a los ojos (si, no basilo en ello, te miro bien fijo y no me explico como no muero antes), y te lo digo, así, de frente manteca "alejate de mi, por favor, me haces mal". Y tu respuesta es automática "a mi me hace bien tenerte cerca" .
Miente, mi imaginanción solo es capaz de generar mentiras. Vos no me querés, y yo jamás podría pedirte que te alejaras.
Te quiero, ¿es tan complejo eso?